Ansiedad por Separación en Perros

Los perros son animales netamente sociales por lo que siempre han vivido en grupos bien organizados, a diferencia de los gatos que no viven en sociedades sino que llevan una vida mucho más independiente.

Los perros jamás se aíslan y necesitan si o si de su jauría para sobrevivir. Forman comunidades en las cuales cazan, descansan, se trasladan y se reproducen siempre en grupos, nunca un perro o lobo se aparta del grupo para realizar ninguna tarea en forma individual.

Este mismo sistema es el que el perro ha trasladado en su vida domestica junto al ser humano. Cada familia en la que vive un perro es para él su manada o jauría y jamás querrá alejarse de ella o separarse.

Es por esto que cuando un perro es aislado y privado de la compañía de su familia humana sufre una gran ansiedad y por todos sus medios intentará reunirse nuevamente con ella.

Es común en la vida moderna ver a muchos perros que pasan la mayor parte del día solos debido a que sus propietarios trabajan casi 12 horas al día y cuando regresan por la noche cansados al hogar lo último que desean hacer es ponerse a jugar con el perro o sacarlo a pasear, simplemente le llevan el alimento, le cambian el agua, le hacen una caricia y lo despiden nuevamente hasta mañana.

Así pasan los días en una angustiante y penosa soledad en la que el perro no tiene forma de descargar tanta energía acumulada ni de eliminar tanta ansiedad que se acumula día a día, año a año.

Porque no mencionar tantos casos de perros que se pasan largas horas del día atados sin poder entender el por qué su jauría lo ha sometido a semejante tormento. Así entonces no hace falta explicar demasiado el origen de la citada “Ansiedad por Separación”que sufren tantos perros en la vida urbana moderna.

Los perros con Ansiedad por Separación pueden manifestar alguna de las siguientes reacciones cuando son dejados solos en la casa:

_ Orinar y defecar dentro de la casa o en otros sitios inapropiados.

_ Ladrido excesivo.

_ Destrucción de objetos.

_ Hacer pozos.

_ Arañar las puertas de acceso a la vivienda.

_ Aullar permanentemente.

_ No comer.

Todas estas reacciones que el perro manifiesta no tienen nada que ver en absoluto con lo que muchas personas suponen que el perro lo hace como protesta o por el enojo que tiene hacia su propietario.El perro no tiene pensamientos de protesta, reacciones de rencor ni de ofensa,estas cosas solo pertenecen al comportamiento del ser humano.

El perro no razona ni elabora pensamientos como lo hacemos las personas.Solamente reacciona tratando de eliminar un poco de su energía acumulada y superar así la ansiedad por separación y la angustia.Es notorio en estos casos como el perro no se despega de su propietario cuando este se encuentra en casa, lo sigue para todos lados, está permanentemente pendiente de lo que él haga, se altera emocionalmente unos minutos antes de que el dueño se vaya, interpretando el ritual de salida que este realiza diariamente.

Comienza a ladrar, aullar o arañar la puerta y sigue poniéndose peor luego de la partida de su dueño, luego lo recibe efusivamente a su regreso como si hiciera varios días que no lo ve; aunque la ausencia haya sido de sólo 1 hora.

La forma de corregir este comportamiento indeseable es en primer lugar intentando modificar el Híper-apego del perro hacia su dueño y en segundo lugar mediante un plan de salidas programadas.